¿Y si tu negocio ideal no se parece al de nadie más… y está bien que sea así?

A mí siempre me han gustado las mujeres. Y sí, me atraen las que a me parecen atractivas.

Pero esto es lo curioso: lo que a mí me quita el hipo, a un amigo mío le deja frío. Y viceversa.

Y menos mal, ¿no?

Ahora piensa en los negocios.

Hay quien sueña con ser el próximo unicornio tech.
  Otros quieren montar una cadena de franquicias.
    Algunos solo quieren tener paz, libertad y clientes majos que no pregunten por descuentos cada dos minutos.

Y todo eso está bien.

Me refiero, a que está bien que haya negocios gigantes con equipos enormes…
      y autónomos que facturan más que muchas pymes sin tener que aguantar reuniones eternas.

¿Sabes lo que funciona?

Lo que encaja contigo.

No el modelo de moda.
  No lo que te dicen los gurús en YouTube.
    Lo que tú puedes sostener sin volverte loco.

Un negocio que no te esclaviza, que no necesita que te auto engañes, y que te deja vivir como te dé la gana.

Eso es lo que revisamos en la consultoría:
Cómo montar o ajustar tu negocio para que funcione como tú quieres.

Porque si no te entienden… no te compran.

Ahora dime:


¿Estás intentando construir el negocio que tú quieres… o el que crees que “deberías” tener?

Japi dei.