Frank Sinatra —sí, ese tipo elegante que cantaba como los ángeles y vivía como un rockstar antes de que eso se inventara— soltó una frase que deberíamos tatuarnos todos los que trabajamos en equipo:

«La gran lección de la vida, cariño,

es no tener nunca miedo de nada ni de nadie.»

No sé quien sería ese “cariño”. Posiblemente hay más de 10.000 opciones. Como con Julio.

Al lío.

Ahora trasládalo a tu oficina:

¿Miedo a hablar con el jefe?
¿Miedo a hacer el ridículo delante del equipo?
¿Miedo a organizar un evento de empresa y que parezca una convención de tostadoras?

Pues se acabó.

¿Quieres que tu equipo se suelte de verdad?
Los ponemos a remar mientras coordinan movimientos como si fueran una boy band corporativa.

¿Hay tensiones en el aire?
Nada que no arregle una carrera en la arena con obstáculos ridículos y un ranking final que despierta la vena competitiva hasta en el de finanzas.

¿Y si el miedo es que no se lo pasen bien?
Relájate. Llevamos años organizando actividades con cero bajas emocionales y muchos “oye, ¿cuándo repetimos esto?”

¿Qué incluye el plan?

– Actividades como paddle surf, kayak, gymkanas, retos por equipos
– Playa de Castelldefels con acceso a duchas, taquillas, vestuarios
– Refrescos, agua, DJ, catering y si quieres mojito… también
– Un ambiente donde hasta el más tímido acaba gritando “¡vamos, equipo!”

¿Para quién es esto?

Para agencias que quieren sorprender a sus clientes.

Para empresas que no quieren el típico afterwork con croquetas tristes.

Y para equipos que están dispuestos a probar algo nuevo sin miedo y con mucha arena.

Así que ya sabes, si hay que lanzarse… que sea al mar.

Como dijo el maestro Sinatra:

«La gran lección de la vida, cariño,

es no tener nunca miedo de nada ni de nadie.»

Y si además puedes hacerlo en bañador, mejor.

¿Lo montamos?

Japi dei.

José E. Levy