sabelotodo

El sabelotodo vive dentro de todos nosotros.

¿Cómo explicas el secreto de un matrimonio feliz más allá del típico happy wife, happy life?

La clave está en no decirle al otro que lo sabes todo.

Cada uno trae de serie un todólogo doméstico que dicta cómo se colocan los cubiertos en el lavavajillas, por dónde se cuelgan las camisetas o cuál es la hora perfecta para salir sin llegar tarde.

Ese know-it-all no desaparece; aprende a camuflarse si le enseñas.

Menos ego, más equipo.

Menos corrección, más conexión.

Llu nou.

La convivencia se va al garete cuando el sabelotodo pide el micro todo el rato.

En pareja, callar a tiempo muchas veces es mejor que tener razón.

Escuchar antes de dar instrucciones convierte la casa en hogar y la discusión en charla.

Si eliges la relación por encima de la demostración, puede que te acaben dando la razón sin pelearla.

¿Y en los businesses?

En muchas empresas hay un sabelotodo con cargo.

El experto de sofá opina de marketing, de ventas, de diseño y de finanzas.

No es un experto.

Sólo interrumpe.

Los proyectos que crecen son los que reparten roles claros y respetan el área de cada uno.

Menos complejo de Steve Jobs y más responsabilidad compartida.

Que el de ventas venda, que el de producto construya, que el de comunicación comunique.

Step bai step, foco y proceso.

Cuando el liderazgo escucha, la gente propone.

En pareja, hablar sin ordenar; en business, decidir sin humillar.

El sabelotodo cree que manda la genialidad; lo que manda es la coordinación.

Cambias el “se hace así porque lo digo yo” por “esto buscamos, así medimos y así mejoramos”.

En casa se nota en la paz. En la empresa, en la caja.

Yo no tengo socios. Quizás no los necesito.

Quizás ellos no me necesitan a mí.

Quizás no los aguanto.

Quizás ellos no me aguantan.

No tengo socios.

Me tomo muy en serio domar a mi propio sabelotodo: decidir rápido, escuchar más, ejecutar mejor.

Menos ego, más método. Menos ruido, más resultados.

“Si tienes miedo de fallar, probablemente falles”

Kobe Bryant.

Japi dei, my friend.

José Levy

Consultoría para negocios de turismo, bodas y eventos

Mentorías y acompañamiento 1:1
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