¿Quién manda?
Si no decides tú las reglas, lo hará tu cliente.
Y adivina qué pasa después.
Descuentos.
Peticiones de última hora.
Consultas fuera de horario.
Extras sin pagar.
¿Te pasa?, Iz it japenin tu llu?
Esa sensación constante de que trabajas mucho… para recibir poco.
Básicamente tu cliente no ha percibido la autoridad que crees o quieres transmitir.
Es el camino ideal para quemarte, el conocido burnout
Sea cual sea tu sector, tienes que actuar como lo que eres: la persona experta/ di expert
No dices:
—“Cuando tú quieras, me llamas.”
—“Tú me dices cuándo hacemos videollamada.”
—“Estoy disponible siempre.”
Confundes amabilidad con falta de autoridad.
Regalas el volante de tu negocio a alguien que aún no ha pagado ni el peaje.
1 cosa clara: el que no manda… obedece.
No hay más. Nozing mor
Cuando vas a un restaurante y preguntas por una mesa para 4, te indican dónde sentarte.
Cuando entras en un parking, te dicen dónde aparcar.
¿Y si no te gusta?
Lo dices claro, y te dan otra opción. Tú no mandas. Eres el cliente.
En copywriting persuasivo, esto se llama control del marco.
Tú decides cómo se hacen las cosas, y eso genera algo fundamental en la venta: confianza.
Cuando guías con firmeza, el cliente respira aliviado.
Necesita saber que está en manos de alguien que ha estado ahí antes, que sabe lo que hace y que no improvisa con cada petición absurda que al cliente se le pasa por la cabeza.
¿Y cómo haces todo eso? Jau du llu du it?
Poniendo límites.
Mostrando tu liderazgo.
Vendiendo con emoción, no con descuentos.
Marca tú los tiempos. Decide tú la forma. Cobra tú el respeto.
Marca tú los canales de comunicación.
Marca tú cuándo hay sesión y cuándo no.
Marca tú qué incluye el servicio y qué no.
Y si haces un “regalo”, dilo claro: esto no va incluido, lo hago porque me da la gana. No porque me lo pidan.
¿Y si se va el cliente? Mejor.
Se irá uno, pero llegarán cinco que respetan lo que haces.
La autoridad vende más que la disponibilidad eterna.
Queremos escuchar:
«Esto es lo que necesitas. Yo te lo doy. Y estas son las condiciones.»
Grábate esto de Les Brown:
«Acepta la responsabilidad en tu vida. Sé consciente de que serás tú quien te llevará a donde quieres ir, nadie más.»
Elige ser tú quien marca el ritmo.
Elige ser tú quien crea la experiencia.
Elige ser tú quien lidera la narrativa.
No tu cliente. No su cuñado. No su estado de ánimo.
Pásate por mis otros posts en:
Blog
Japi dei, my friend.
José Levy