Cancún Parte V
Yujuuuuuuuu. Ya está. El último de la serie Cancún… por ahora.
«Sé brutalmente honesto con lo de corto plazo,
y optimista y confiado con lo planteado a largo plazo».
Reed Hastings
En Cancún, el plan era sencillo: una semana en un resort todo incluido, con familia llegada desde Argentina y España, para celebrar los 50 de mi cuñado.
Sí, es ese número donde finalmente se te es revelado los secretos del universo y el porqué a todo lo que te has preguntado desde que te chupabas el dedo, o desde que eras crío en el caso que te hubiera gustado chupar de mayor (hasta ahí puedo leer).
Corto plazo: piscina, playa, restaurantes y cero preocupaciones.
Largo plazo: crear recuerdos que quedaran para siempre.
“Sé brutalmente honesto con lo de corto plazo, y optimista y confiado con lo planteado a largo plazo”. Reed Hastings
En el corto plazo, tenía claro que aquello no era mi tipo de vacaciones ideal.
Demasiado encorsetado, demasiados horarios, demasiadas actividades predefinidas… me sentía como uno más. Y lo era.
En el largo plazo, sabía que lo importante no era si yo prefería coger el coche y perderme, sino que, dentro de unos años, todos recordáramos ese momento juntos.
No recordaré los detalles y sí recordaré las emociones de haver pasado una semana todos juntos en un all-inclusive en Cancún.
En los negocios pasa igual.
A corto plazo, a veces hay decisiones incómodas: invertir en una web nueva, cambiar el tono de comunicación, formarte o contratar a alguien para mejorar tu marketing, tu publicidad, tu estrategia.
En el momento puede doler (tiempo, dinero, esfuerzo).
A largo plazo, esas decisiones son las que hacen que tu marca crezca, que tus clientes te recuerden, que las ventas sean más estables y que tu negocio sobreviva a las modas.
Ser brutalmente honesto a corto plazo significa admitir que algo no está funcionando:
– Tu web no transmite tu esencia.
– Tus emails no generan respuesta.
– Tus redes sociales son un escaparate sin interacción.
Ser optimista y confiado a largo plazo significa creer que, si trabajas en tu comunicación y en tu propuesta de valor, los resultados llegarán.
Yo podía pasarme la semana en México pensando “esto no es lo mío” o podía cambiar el foco y pensar “qué bueno que estamos todos juntos”.
La decisión de cómo interpretar y actuar está siempre en nuestras manos.
Tengo un servicio para ayudarte con la comunicación de tu empresa, para que lo que digas hoy cree la base de las ventas y la reputación que tendrás mañana.
Japi dei.
José Levy
Ya estoy acabando el segundo libro. Nada que ver con los eventos ni las bodas.
¿Porqué? Porque me apetecía escribirlo.
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Si no te arranco una sonrisa te dedico un post.