¿Y si te dijera que estás persiguiendo algo que no va a cambiar nada?
Lo sé, suena duro.
Pero aguanta un segundo antes de mandarme al carajo.
Nos pasamos la vida persiguiendo cosas como si fueran el Santo Grial.
Con esa vocecita en la cabeza que dice: “Cuando consiga esto… entonces sí, ahí sí seré feliz, exitoso, realizado, digno de muchos likes en LinkedIn”.
Y te lo crees.
Como se creen los niños que hay un billete de 500 debajo del diente cuando lo recoge el Ratoncito Pérez.
“Cuando mi negocio crezca…”
“Cuando tenga pareja (o una que no me saque canas)…”
“Cuando mi competencia cierre…”
Y así.
Tic tac.
Corriendo.
Acelerando.
Tic tac.
Como pollo sin cabeza.
Chicken without a head
¿Pero sabes qué?
Que cuando llegas… te das cuenta de que nada cambia.
El vacío sigue ahí.
El estrés también.
Y la vocecita vuelve a hablarte: “Bueno… vale, ahora lo siguiente…”
Y otra vez a correr.
Yo tardé 25 años en darme cuenta de que ese camino no lleva a ninguna parte.
Es como el hamster en la rueda.
Corre mucho, pero no va a ningún sitio.
¿Y qué tiene que ver esto con tu negocio?
Todo.
Eberyzing
Si estás esperando a “estar listo”, “tener más tiempo”, “estar menos liado” para comunicar bien, para vender de verdad, para contar lo que haces con fuerza y claridad… vas a estar esperando eternamente.
La claridad no llega con el éxito.
El éxito llega con la claridad.
Soy José Levy. Desde 1992 en Turismo y desde 2003 ayudando a negocios de turismo, bodas y eventos a dejar de correr como locos y empezar a ganar bien.
Esto, y muchas cosas más que te cambian la forma de ver (y vender) tu negocio, lo revisamos en la consultoría.
Porque si no te entienden, ¿cómo vas a vender?
Y ahora dime:
¿Qué estás esperando para actuar?
Japi dei