¿Haces anuncios?

¿Sí?

Perfecto.

¿A qué suenan tus anuncios?

Vamos, dilo conmigo: “Hola, somos un equipo multidisciplinar que cuida hasta el último detalle y convierte tu boda en un sueño hecho realidad.

zzz zzzzz zzzzzzzzz

Sorry. Que me había quedado dormido/ esliping in mai car

NO estás vendiendo bodas. Estás vendiendo siestas.

Luego te preguntas por qué en Bodorrios.net no te confirma nadie, por qué Google Ads solo te trae a curiosos o por qué en la feria de turno eres uno más.

Tus anuncios no emocionan.

Solo informar no vende.

“Tenemos menús a medida.”
“Disponibilidad para 2098.”
“Espacio con encanto del siglo XIX.”

Eso no es un anuncio.

Estás compitiendo por ATENCIÓN.

Empieza por aquí:

Captura la atención como si te fuera la vida

Si tu anuncio está en medio de Bodorrios.net, en una revista o en redes sociales, tienes medio segundo para que alguien no lo pase de largo.

¿Qué haces para que paren?

Un titular que explote en la retina. Un visual que diga “esto no es como los demás”. Un tono que no suene a copia.

Si no capturas la atención, no hay texto que leer.

Habla con la pareja

Tu texto tiene que sonar a conversación.
Como si le hablaras a tu prima que se casa.

Lenguaje cercano, sin palabros de MBA, sin frases que parezcan sacadas de una película de Ingmar Bergman.

“Creamos eventos inolvidables.” = KK

“¿Quieres ver a tu suegra llorar y cambiar su testamento?” = captas la atención

¿Para quién es tu boda?

¿Para todos?

Entonces no es para nadie.

¿Trabajas con novias premium?

¿Con extranjeros?

¿Con parejas queer?

¿Con nivel medio que se estira por un día?

Define el nicho o muere por generalista/ dai as a general

No puedes hablar igual a una pareja de su primer matrimonio de 50K que a una pareja que quiere una boda exprés con 12 personas en una masía.

Cuenta historias.

Las tuyas.

Las reales.

Las que enganchan.

No pongas que tienes “10 años de experiencia”. Eso lo ponen todos.

Pon que hiciste una boda mixta hindú-kosher y acabaste bailando con el abuelo.

Pon que hiciste una fiesta árabe para 1.000 personas y aún hoy te mandan bandejas de Baklava en cada aniversario.

Esa es tu autoridad. Lo demás son numeritos en una web.

Usa escasez real.

No te rebajes.

¿Sabes qué no funciona?

“Estamos disponibles cuando quieras, ven a vernos.”

Eso suena a desesperación.

A necesidad.

A “por favor, contrátame”.

Lo que sí funciona:

“Solo hacemos 20 bodas al año. Y elegimos bien con quién.”

¿Ves la diferencia?

Tu trabajo es oro.
Haz que suene a eso.

Si tu anuncio suena igual que los otros, no tienes anuncio.

Empieza a sonar como tú.

Como tu marca.

Como ese fuego que te hizo dedicarte a esto.

No tengas miedo de sonar distinto.

Ten miedo de sonar igual.

¿Quieres revisar cómo suenan tus anuncios?

¿Quieres que tu marca deje de pasar desapercibida y empiece a atraer como un imán de lujo?

Respóndeme.

Y te cuento cómo podemos trabajar juntos.

«No tengas miedo de abandonar lo bueno para ir a por lo grandioso».

John D. Rockefeller.

P.D.: Ahora que ya has leído de nuevo tus anuncios…¿A qué suenan?

Japi Dei

Tu negocio de bodas es la marca que tu competencia envidia…y copia.

Mejora tu negocio. Cambia tu vida.

Consejos diarios.

#JoseLevyOficial

José Levy

Blog