no sé si esto es para mí

¿Y si el problema no es tu negocio… sino tú?

¡Auch!

Sí, lo sé.

Esto duele. It jerts

Algo que veo everi güik en mis sesiones con profesionales del sector bodas y eventos.

Llega alguien y me dice:

– José, mi negocio no tira.
– ¿Y qué crees que falla?
– No lo sé… he probado de todo.
– ¿Cómo qué?
– Pues un curso, una mentoría exprés, unas campañas de Instagram, me compré una agenda digital con pegatinas motivadoras…

nada cambia.

El producto está bien.
El precio es razonable.
El contenido en redes es correcto.

Pero…

Pero…

Pero…

Las ventas… no llegan. O llegan a cuentagotas.

Seils dropping

Entonces yo les explico lo que hacemos en mis programas.

Les cuento cómo afinamos su mensaje, cómo rediseñamos su oferta, cómo dejamos de vender “una finca con parking” para vender “el lugar donde harás llorar a tu abuela de emoción”.

Y me dicen:

– ¡Guau! ¡Eso quiero!
– Me encanta todo lo que cuentas…

Pero…

Pero…

Pero…

– Pero… no sé si esto es para mí…

Traducción:

Me incomoda cambiar lo que ya conozco, aunque no funcione.

Prefiero seguir quejándome de algo que conozco a ganar dinero haciendo algo nuevo.

Lo entiendo. Lo entiendo perfectamente.

Cambiar es incómodo.
Hacer scroll en Instagram es cómodo.
Seguir vendiendo igual, aunque no funcione, es cómodo.
Cruzar los dedos con cada nuevo lead… te hace sentir segur@.

Lo que al principio era un caos puntual, con el tiempo se ha convertido en tu normalidad:

– Tus ventas dependen de la alineación astral.
– Cada nuevo cliente es como una ruleta rusa.
– Tu agenda baila más que tu sobrina en TikTok.

Y tú, te acostumbras.
Lo cómodo es familiar.
Lo familiar, aunque sea una ca.. de la vaca, se defiende con uñas y dientes.

Cuando te llega una propuesta como la mía, pasa esto:

– Una parte de ti se emociona (tu parte visionaria).
– Otra se asusta (tu parte contable).
– Y otra entra en pánico absoluto y se defiende diciendo que por lo menos ahora ya cubres los mínimos.

Sabes que si lo haces y funciona, ya no podrás volver a mirar para otro lado.
Ya sabrás qué falla.
Ya sabrás qué no sirve.
Te pone en el centro de la responsabilidad.

Te acompaño durante 6 meses una vez acabada la consultoría para asegurarnos que implantas lo que acordamos.

¿Sigues sin estar segur@?
Está bien.
Dudar es normal.
No saber si esto es para ti… también.

Solo recuerda:

«No mires el reloj; haz lo mismo que él, ve avanzando.»

Sam Levenson

Japi dei, my friend.

José Levy

Consultoría para negocios de turismo, bodas y eventos

Mentorías y acompañamiento 1:1

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Si no te arranco una sonrisa te dedico un post.

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