Aitivi

 

El otro día, que puede ser hace 10 años o el agosto pasado, tenía cita para pasar la ITV de la amoto.

 

Al pedir cita previa, busqué la estación más cerca de donde vivo —llámame loco, llámame egoísta, llámame práctico… pero llámame, collons!

 

Me dan hora… dos meses después.

 

Ok, llega el día.

Voy.

Cola kilométrica de vehículos.

Avanza poco.

Me espero.

Sigue sin avanzar.

Entro y pregunto.

 

 

Respuesta:

“Hay que esperar.”

 

 

Vale.

 

 

Espero un rato, miro el reloj, miro los mails en el móvil… hasta luego Lucas.

 

Pillo nueva cita para mediados de agosto, convencido, llámame ingenuo, llámame incrédulo, but kol mi… de que estaría más tranquilo.

 

Todos pensamos igual.

 

El gran día.

Había soñado con este momento.

Hora exacta.

Cola que da la vuelta al edificio.

 

Tócate los webs.

 

Entro. Pregunto. Respuesta:
“Esto siempre se ha hecho así. Si no estás de acuerdo, escribe a este mail.”

 

Lo que en atención al cliente se llama:

 

melasuda.com.

 

Hago cálculos: coches, ritmo de avance, solazo… Resultado: me toca en 1h30.

 

Decido irme a currar y volver después.

 

Efectivamente, cuando vuelvo, hay bastante menos.

 

Me toca.

 

—“Pero usted tenía hora a las 11h30 y son las 13h30”.
—Oh, really?

 

Le explico la jugada. El técnico asiente, pero dice su frase estrella:
“Siempre se ha hecho así.”

 

Discutimos 4 minutos.

 

Llama al responsable.

 

Total: +10 minutos hablando en vez de trabajar.

 

El responsable reconoce que tengo razón, pero que su propio jefe le explota y cuando hay chickens se pira y le deja los brownies.

 

Gracias por la terapia, pero llevamos 14 minutos y podrías haber acabado mi ITV dos veces.

 

Al final: no me la hace, me da hora para el día siguiente a las 08h00.

 

Me acompaña a la oficina para que otra persona lo anote en un papel a mano.

 

Tres trabajadores, 18 minutos, cero productividad.

 

0 patatero.

 

 

Y yo me pregunto:

¿Tu empresa también funciona así?

¿Con procesos eternos, comunicación fallida y la frase “siempre se ha hecho así” como excusa?

 

En mi trabajo como consultor, veo ITVs encubiertas todos los días: procesos que queman tiempo y dinero, clientes que se van, equipos que se frustran.

 

En turismo, bodas y eventos, un mal proceso no solo es incómodo:

 

cuesta clientes, dinero y reputación.

 

¿Quieres evitar que tus clientes sientan que tu empresa es “otra ITV”?

 

Yo te ayudo.

 

Tengo un servicio de consultoría para revisar tu comunicación y procesos, y que lo que digas hoy sea la base de tus ventas y reputación de mañana.

 

Japi dei, my friend.

 

 

 

José Levy